Me acabo de mirar frente al espejo un rato y confirmé que ir a la peluquería con resaca no se recomienda para nada. No sólo es perjudicial enfrentarse a nuestro reflejo durante media hora en ese estado, en silencio y conversando un idioma raro con uno mismo; sino que además la predisposición que se tiene a responder "sí" a las preguntas del peluquero sin analizarlas demasiado genera cosas como una cresta por ejemplo.
1 comentario :
Oh dios!
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