Comodidades del frío

En otoño/invierno se incrementa el uso de prendas con bolsillos. Sí. Camperas, canguritos e incluso buzos. Y eso es muy cómodo para caminar enchufado al iPod, ya que el largo del cable de los auriculares coincide con la distancia hasta los bolsillos.
Ok. También se incrementa la posibilidad de lluvias, lo que puede llegar a conspirar contra dichas caminatas. Pero no no. Ningún ningún. Recorrer las calles bajo lluvia escuchando Onda Vaga es algo que pasa más ahora que en verano. Y eso es genial.
¡Larga vida al frío! O de lo contrario, ¡remeras con bolsillos!

Hubiera querido escribirlo yo antes

"La estupidez triunfa en este juego. Sé que dices la verdad; la conozco, te conozco y no te creo"

Me ganó de mano Gustavo Cerati en No te creo.

Duro momento

Yo suelo hacer un surtido en el súper o almacen cada tanto y aprovecho para aprovisionarme de esas cosas que me embola comprar. Por ejemplo: papel higiénico, jabones, curitas o cotonetes. El duro momento es cuando esas cosas se terminan.
O sea... si yo tenía como 20 jabones, ¿qué mierda pasó con ellos? Ah... ¡Cierto! Los fui abandonando a medida que se achicaban. Con el papel higiénico ya sé. ¿Con las curitas? No. Curitas me quedan. ¿Y los cotonetes? ¡¡Si tenía como 300!!
¡Mamá! ¡Haceme la listita con las compras!

¿¡¿Y ahora?!?

¡¡Pará!! ¡¡Hoy prendí la tele y no lo vi!!
En verdad la tele se prendió sola, porque es uno de los tres despertadores que me pongo. Pero eso no viene al caso...
La cosa es que no estaba. ¡¡No estaba!! ¡¡Bien despiertos no está más!!
¿¡¿Y ahora?!? ¿Se entiende la gravedad del asunto? ¡¡Bien despiertos desapareció!! ¡¡No lo dan más!!
Me deprimí. Si decido hacer una locura, quiero que esto sirva como una de esas cartas que dicen "Sr. Juez".

2 cosas

-1-
Re loco. Gero me pasó esta captura de pantalla de su facebook. En el mail me decía "pensar que millones de personas pueden estar viendo ese thumbnail". ¡Y sí! Súper loco.


-2-
¡¡Pablo!! ¿¡¿Viste cómo se llama la amiga de Gero?!? Súper loco.

Gooooooo -chivo- ooooool

El fin de semana pasado me vi obligado a escuchar el partido de Peñarol por radio. Pero no en 13 a 0 como siempre. No no. No tenía radio a mano, así que tuve que escucharlo en la radio del celular. SMS mediante a Ángel para que me socorriera diciendo en qué FM lo transmitían, me dispongo a escuchar el cotejo.
¡Qué hijos de puta! ¡No pueden! Todo bien con hacerse unos mangos extras vendiendo nuevos espacios publicitarios, pero hay cosas con las que no se deberían transar. Al menos según mi forma de ver las cosas.
¡El grito de gol del relator es sagrado! ¡No se hace eso! ¡Está mal lo que hacen! ¿¡¿Cómo van a meter un chivo en el medio del grito de gol?!? Para peor, Amarga Vesubio. Linda combinación además se mandaron.
¡Larga vida al Profe Piñeyrúa!

Monk´s Cafe

Después de años sin ver Seinfeld, el otro día lo agarré de casualidad haciendo zapping. Me había olvidado de lo mucho que me gustaba esa serie. Y lo recordé en una escena puntual: entró Kramer, diciendo que tenía que hablar a solas con Jerry. En el lugar también estaba George, que preguntó por qué no podía quedarse. Kramer le contestó que porque no era de su incumbencia, a lo que George le retrucó que justamente por eso podía quedarse.

Y eso que trabajo en publicidad...


La publicidad a página entera en la Rolling Stone decía algo así como "si te gustó Stieg Larsson, no te pierdas la nueva sensación de la novela negra escandinava". Y ahí estaba, la tapa del libro de una tal Åsa Larsson.
La hermana!" es lo primero que piensa uno. O la viuda, que adoptó su apellido para conseguir unos pesos extras. Luego, intuye que Larsson en Suecia puede llegar a ser como Pérez en Uruguay.
Entonces nota los hilos y deduce que estos hijos de putas de las agencias de publicidad te lo venden así para que te lo compres. Y sí. A pesar de haber descubierto la tramoya, igual caí.
Allá fui a La Librería de Tres Cruces (mi librería preferida) y pregunté por el libro. Mi amigo no lo conocía. A los días pasé de nuevo por casualidad y lo encontré. ¿Dónde? Al lado de la trilogía Millennium, obviamente.
Y lo compré. Pero no estoy arrepentido. Al contrario. Está buenísimo. Así que la publicidad no es tan mala y/o engañosa como parece.

Decime cuál cuál cuál es tu número

El taxista me venía hablando de no sé qué carajo. En verdad, lo había muteado, pero por alguna razón lo escuché cuando dijo "y así tengo como 12.000 anécdotas más". ¿¡¿12.000?!? Ya sé que no eran literalmente 12.000. Y aunque lo fueran, no tenía en mis planes escucharlas. Pero el hecho es que me quedó picando el número 12.000. Yo nunca diría 12.000 para ejemplificar. Generalmente digo 83, con su variantes 83.000. Y no sé por qué. Es como cuando quiero mentir mi nombre, que el primero que me sale es Ernesto. Pero no me quiero ir de los números. He escuchado decir 100.000, 3.000.000 y hasta chiquicientosmil. Sí. Chiquicientosmil. ¡Como 83 veces he escuchado chiquicientosmil!

Sin querer, en un casamiento les dije "felicitaciones" a los novios en vez de "felicidades". Fue raro, así que me lo quedé pensando un ratito. No era el caso, pero algunas veces sinceramente hay que felicitar a los contrayentes por haber conseguir casar a alguien. Ups. Cazar.

Preguntas que a veces me hago

¿Por qué será que cuán rica sea una pizza es directamente proporcional a lo negra que esté la parte de abajo?

Este chiste por escrito no tiene gracia

-Che, este pan está blando.
-Pah, no escucho nada.

Con papel de cigarrillo fabricamos dos anillos

Será como tú quieras, será mejor morir de amor...
¿Por qué carajo se me pegó esa canción y hace media hora que la estoy cantando? ¡Qué hijos de puta! ¡"Los Rancheros" le pusieron a la banda! Allá en el rancho grande, allá donde vivía... ¿¡¿¡¿Los Rancheros?!?!?
¡Y para peor, Catalina! Todo bien con llamarse Catalina, decirle a un pibe que lo ama y que para él resulte suficiente. Pero Catalina... ¡Hijos de puta! No hay derecho...
Sigue tu camino, siempre será el mío...

Este chiste por escrito no tiene gracia

-¿Sabés lo que le dijo un chino a otro?
-No. ¿Qué le dijo?
-No sé... Algo raro... No entendí. Igual, viste cómo hablan ellos... Son re cerrados. No sabés si lo está puteando al otro o si le está declarando su amor. Creo que en verdad ni ellos saben lo que se dicen. Ahí están siempre, con sus caritas sonrientes. ¿Cazás la cara esa que quiere decir "no te entiendo una mierda lo que me decís pero me río y afirmo con la cabeza porque supongo que no me estás mandando cualquiera, y porque además me embola preguntarte de qué carajo estás hablando?". Bueno... Siempre están con esa cara. Te juro: para mí ni ellos saben lo que se dicen.

Sea como sea, sus hermanos no encaran...

Sé que a mucha gente Drexler le parece aburrido. A mí no. Por el contrario. Me gustan sus discos generalmente. Y no tengo problemas en decirlo.
Puntualmente, el último está buenísimo. Bah... Al menos subjetivamente a mí en lo personal me gustó. Y sí. Lo dije. Uf... Me siento mucho más libre ahora.
Igual, la tapa está fulera.