Análisis del año que se va

Tengo la extraña sensación de que el 2016 fue el año en el que menos veces me duché. También, que desayuné en más ocasiones que en ningún otro. ¿Qué más? Que tuve pila de cepillos de dientes... Que conocí gente divina. Y que volví a estar con gente con la que me gusta estar. Y conmigo. Pasé pila de tiempo conmigo también, y estuvo re bueno. Fue un año raro. Yo lo recordaré con mucho cariño porque en este 2016 publiqué mi primer libro. Pero definitivamente fue un año raro. Gracias por lar alegrías. Y sí... Gracias por las otras también. Se sigue creciendo y aprendiendo. Y eso es bueno.