Y fue así cómo me conquistó

Un día, de la nada, randómicamente, me comentó algo que me descolocó. "¿Viste que la cancioncita de Clight tiene una sola consonante?". Me explotó la cabeza. No lo chequeé. No importa. En mi recuerdo inmediato eran 99% de vocales. Piri tiini mís di ini cinsininti... Repito: no me importa.

Doble tick

Que te digan "Opa... Cambio de look..." en vez de "¡Qué bien ese nuevo look!" después de afeitarte y cortarte el pelo es una clavada de visto demoledora.

Placeres mínimos

Escuchar el disco "Amar la trama" de Jorge Drexler. A eso sumarle cantar las canciones, ya sea en voz alta o mentalmente. Por último cambiar la letra: cada vez que diga "fase" o "paso", cantar "faso".

Preguntas que a veces me hago

¿Alguien alguna vez efectivamente soñó con los angelitos? ¿Qué onda? ¿Está tan bueno como para que sea un objetivo que se renueva a diario durante toda una vida?

Le pasó a un amigo

Sin razón aparente, se despertó tarareando la canción "Lloviendo estrellas" de Cristian Castro. A los minutos, mientras desayunaba, puso "This is Cristian Castro" en Spotify y descubrió una versión con Reik de un tema que no recordaba. Un par de horas más tarde, no puede dejar de escuchar en loop "Es mejor así", autoconvencido de estar haciéndolo feliz y siguiendo su voluntad.

Una revelación de aquellas

Un día te das cuenta de la relación oculta que hay entre "anonadado" y "absorto", y te caés de culo. Repito: ANOnadado... absORTO...

No maldecirás

Mientras esperaba el bondi, el semáforo en rojo provocó un atolladero de autos. Al ponerse en verde, a un conductor le pasó lo peor que te puede pasar en esa situación: soltó muy rápido el embrague y se le apagó el auto, trancando a los de atrás. Me compadecí del desafortunado inmediatamente, y acto seguido me enfurecí. Pero no con él. No, no. Con alguien que se entusiasmó con la bocina. Si bien no fue en voz alta, comencé a blasfemar. De hecho, capaz que gesticulé solicitando que le tuvieran piedad. No estoy seguro. Con certeza sí sé que puteé al de la bocina por su insistencia. Cuando finalmente el afectado conductor logró volver a poner en marcha su auto y todos los demás comenzaron a desfilar frente a mí, intenté identificar al molesto de la bocina. No iba a decirle nada necesariamente, pero sí demostrarle mi malestar. Para mi sorpresa le terminé devolviendo el saludo, ya que era un conocido y la bocina era dirigida a mí.