Maldita ladrona

Tras descubrir que Trutru se llevó mi encendedor y no encontrar ni siquiera un par de maderitas para producir fuego, opté por recurrir a la cocina para prender un pucho. No sólo que le erré a la hornalla y aspiré supergás, sino que al acercarme al fuego escuché el desagradable sonido de algo quemándose. ¡Mi ceja derecha! Sí... Soy un pelotudo...

4 comentarios :

Alexis dijo...

¿El sonido? O sea que si no escuchás que estás on faierrr no te das cuenta.
Ahora quemate la otra para acomodarlo.

· · · l u i g i · · · dijo...

pasó todo muy rápido. no supe cómo reaccionar. jaja. igual, pudo haber sido más grave... te acordás de leo garcía? bueno... no llegué a tanto.

Anonetoy dijo...

Otra posible es raparte, para disuadir la atención de la gente y que pregunten: ¿Te cortaste el pelo? en vez de: ¿Te cortaste la ceja?

· · · l u i g i · · · dijo...

ese como la técnica del dolor. me encantó!