Tras descubrir que Trutru se llevó mi encendedor y no encontrar ni siquiera un par de maderitas para producir fuego, opté por recurrir a la cocina para prender un pucho. No sólo que le erré a la hornalla y aspiré supergás, sino que al acercarme al fuego escuché el desagradable sonido de algo quemándose. ¡Mi ceja derecha! Sí... Soy un pelotudo...
4 comentarios :
¿El sonido? O sea que si no escuchás que estás on faierrr no te das cuenta.
Ahora quemate la otra para acomodarlo.
pasó todo muy rápido. no supe cómo reaccionar. jaja. igual, pudo haber sido más grave... te acordás de leo garcía? bueno... no llegué a tanto.
Otra posible es raparte, para disuadir la atención de la gente y que pregunten: ¿Te cortaste el pelo? en vez de: ¿Te cortaste la ceja?
ese como la técnica del dolor. me encantó!
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