Un nuevo día de mierda de trabajo se terminaba. Me puse los auriculares del iPod, busqué Radiohead y puse play. Yo soy así. Si tengo un día no del todo bueno, busco consuelo en Radiohead. No pregunten.
A la cuadra veo que se aproxima un 468. Mientras canto con el amigo Thom Yorke, estiro la mano. Cuando veo que está más cerca y que en el pasillo no entraba nadie que no fuera contorsionista, replegué la mano y seguí golpeándome la pierna al ritmo de Paranoid android. Y lo que son las cosas del destino... No haberme tomado ese bondi fue de las mejores decisiones que tuve en mi vida. Sin querer, pero decisión al fin.
A los 5 minutitos viene un nuevo 468, esta vez, vacío. O sea... No vacío... Estaban el chofer y el guarda. "Qué raro", pensé. Recuerdo también haber pensado "está mal que el boleto que iba a pagar en el otro 468 salga lo mismo que en éste". Y si mal no recuerdo, pensé "qué boludo... me olvidé del cargador del celular en la agencia". Y entre tantos pensamientos, casi sin darme cuenta ya había pagado y estaba sentado en uno de los asientos del medio del ómnibus. Tranqui, mirando por la ventana la mayor parte del tiempo, y cada tanto, pispeando la puerta de adelante. No sé por qué, pero tenía la sensación de que alguien muy especial se subiría. Y no era necesariamente alguien tocando una quena.
Una parada y nada. Otra y tampoco. Seguía viajando solo en el ómnibus. Mis ilusiones se iban desvaneciendo. Por un tema de cábala, en la siguiente parada decidí no mirar. ¿¡¿Para qué?!? Me perdí su entrada, que luego en la reconstrucción de los hechos, imaginé como mágica y llena de luz. ¡Por Dios! ¡Era ella! ¡La mujer de mi vida! ¡Y había entrado en mi vida y yo no la vi entrar! ¡Literalmente! La descubrí cuando estaba de perfil, pagando el boleto. Ya era tarde para pararme y ofrecer pagárselo yo. Lejos de lamentarme, debía planear mis próximas acciones. Lo primero que decidí fue mirarla de arriba a abajo. Sí. No de una forma babosa, pero quería deleitar a mi vista con tanta perfección. Porque no exagero si hablo de perfección. La recuerdo como si fuera hoy. Bueno... De hecho, fue hoy...
Ella llevaba su pelo negro y largo atado, unas caravanas mínimas y levemente pintados los labios. Estaba vestida bastante informal. Una camperita beige abierta y un pantalón negro, de esos que parecen jeans pero no son. Abajo, unas botitas también negras. Perfecta, insisto.
"¿Dónde te vas a sentar?", pensé. Luego, me pregunté "¿dónde sería mejor que se siente?", porque no estaba seguro de que si se sentaba al lado mío podría sentirme cómodo para encararla. De nuevo, mientras pensaba estas cosas, la vida siguió su curso. ¿Y ella qué decidió finalmente? ¡Quedarse parada! ¡Y casi al lado mío! ¡Por Dios! Nunca me había sentido tan chiquito... O sea... Yo miraba hacia mi derecha disimuladamente y la veía a ella en todo su esplendor. Me lo estaba haciendo de gusto. O sea... Ella sabía que me había enamorado locamente. Obvio que lo sabía. No había cómo no darse cuenta. Y esperaba que yo hiciera algo para demostrarle mi amor. Casi que se quedó parada frente a mí esperándome. Y yo, torpe, sin saber qué hacer. Estaba seguro que sería decisivo mi primer movimiento.
Mi mente me estaba jugando malas pasadas. Por ejemplo, no me dejaba mirarla directamente. ¿Entonces qué hice? La empecé a observar por el reflejo de la ventana. "¡Qué divina que es!", confirmé. "Hacé algo ya, boludo", me alenté. Y cuando estaba por decirle un pobre "hola", por suerte noté algo que me hizo cambiar los planes. Había algo en su remera que me parecía raro.
Porque no recuerdo si lo comenté, pero debajo de la campera abierta que llevaba, tenía una remerita negra con algunos diseños raros y unas letras llamativas. Ahora que la tenía cerca, noté que no eran letras tiradas al azar. Con cuidado de que no pareciera que le estaba mirando las tetas (cosa que también estaba haciendo), me puse a descifrar qué decía. Para mi sorpresa y agradecido al destino que me hizo tomar este 468, descubro que la leyenda en su remera decía "Kiss me softly". ¡Sí! "Kiss me softly". Si las clases de inglés de Mirna en mi juventud habían servido para algo, era el momento de confirmarlo.
"¿Acaso ella sabía que se encontraría conmigo hoy?" "¿Por eso se puso esa remera con esa campera abierta, cosa de cerrársela frente a los demás hombres que la pretendieran?" "¿Por eso se habrá parado frente a mí, dejando el mensaje al descubierto?" "¿Por qué no me dejo de joder y hago lo que tengo que hacer?".
Para completar la escena de película que se venía, las canciones de Radiohead de mi iPod habían dejado su lugar al siguiente artista: Sergio Dalma. ¡Sí! ¡Sergio Dalma! Q-R-S... ¡Era el siguiente artista en mi lista de canciones! Todo estaba fluyendo de una forma que ni en el mejor de mis sueños había pasado.
Muevo mi cuerpo lentamente hacia el asiento del pasillo y quedo casi debajo de ella. Me paro y oh, casualidad, quedo casi envuelto en su brazo izquierdo. Sin pronunciar palabra alguna, cierro mis ojos y haciendo trompita, acerco mi boca a la de ella. El tiempo pasaba en cámara lenta. Estaba por besar a la mujer de mi vida, y ella estaba dispuesta a besarme.
Iba a ser un momento sobrenatural. Pero no lo fue. Cuando ya sentía su respiración, recibo un fuerte golpe en mi pómulo izquierdo. ¡Mierda! Antes de abrir los ojos y confirmar que todo se había ido a la mierda, quise imaginarme que se trataba de una frenada de imprevisto que tuvo que hacer el chofer para no atropellar a una pequeña anciana que cruzaba la calle sin mirar. El resto de mi cuerpo no había dado señales de tal cosa, pero quise pensar que el golpe en el rostro venía de un barrote contra el que me había dado.
Pero no. Abrí los ojos y ella seguía frente a mí, ahora, con cara de enojada. Sin que yo pudiera hablarle, ella empezó a insultarme y decirme una sarta de cosas. Yo no la podía escuchar, porque el "Bailar pegados es bailar" seguía sonando por mis auriculares a gran volumen.
Pero en determinado momento, su indignación elevó el volumen de su voz a tal nivel que pude escuchar perfectamente: "¿Qué te pasa, pelotudo? ¡Me quiero matar! ¡Qué enfermo que sos! ¡¡¡Me ibas a dar un beso!!! ¿Vos tenés problemas? Parecías normal... ¡Qué tipo estúpido! ¿¡¿Cómo me vas a dar un beso?!?".
Yo, sabiendo que tenía toda la razón del mundo, le contesté: "Pará, pará. Tranquila... Mirá tu remera...".
Ella apenas bajó la mirada y retrucó: "¿Qué pasa con mi remera, estúpido?".
Pensando que podía aclarar todo, le comenté: "Como dice "Kiss me softly", pensé que era un mensaje para mí y decidí hacerle caso".
Ella no parecía entender nada: "¿"Kiss me" qué? ¿¡¿De qué hablás?!? ¿Un mensaje para vos? ¡¡Yo qué sé qué carajo dice la remera!! ¡¡Me la compré porque me gustaron los colores y las letras!! Además, ¿¡¿un mensaje para vos?!? ¿¡¿En serio pensaste que era un mensaje para vos?!? Estás mal en serio. La única remera que me podría poner para vos es una que diga "degenerado asqueroso". Con letras bien grandes y tu foto, para que todos sepan lo que sos. Por Dios... Yo no puedo creer que me esté pasando esto".
Desahuciado, no podía volver a mi asiento sin decirle nada, entonces arranqué: "¡Pero qué pedazo de puta que sos! No un pedazo... ¡Sos una puta completa! Por mujeres como vos es que la sociedad está como está. ¡La sociedad y la familia como institución! Claro... La señorita... Perdón... La señora puta no se fija en lo que se pone y anda por ahí como si nada. ¿Y los caballeros qué hacemos? ¿Vamos por ahí, tratando de satisfacer a las damas en lo que podamos, para cruzanos con putas así? Nunca había visto una puta tan puta. Te lo juro. Y eso que he visto putas. Sos como un SUN: servís para calentar pero te gusta dejar pegada a la gente. Dejar pegada y pegar. Porque sos puta y golpeadora. ¡Qué lo parió! Salí, correte. Me quiero bajar acá... ¡Me quiero bajar! ¡Me quiero bajar! ¡Correte, puta! ¡Chofer! ¡Guarda! ¡Acá hay una puta! ¡Abran la puerta que me quiero bajar!".
Yo no sé si le habré llegado al corazón, pero algo signifiqué en su vida. Ya desde la vereda, la vi alejarse en el 468 cerrándose la campera.
12 comentarios :
Aflójele a Chopra y Coelho, que no todo tiene un significado en la vida, jajaajjajajja
Menos que menos, las remeras
haberme avisado antes!! jaja!!
¡¡GE-NIAL!!
Me hizo acordar a la vez que iba en el bus rumbo a la playa (2 de febrero) con mi madre, y un tipo me tocó la cola. Mi madre lo vio y le grito (a bus lleno) "¡¿Por qué no le tocás el culo a tu hija?!?" Aunque yo no tenía remera que pidiera nada. Supongo saber cómo se habrán sentido ambos personajes. Los compadezco. Qué vergüenza. Qué situación fea, che.
En fin,
Saludetes, Sr.G!
perdón por el mal recuerdo... igual, bien tu vieja! jeje. beso!!
"Sos como un SUN: servís para calentar pero te gusta dejar pegada a la gente"
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
NONO, TA, TE FUISTE DE TEMA JAJAJAJAJAJAJAJAA
Sos un hdp....
Estuvo bien.
Aunque anhelo que vuelva la simpleza de textos como estos:
http://grageasparatodos.blogspot.com/2010/06/divertite-sola-entonces.html
http://grageasparatodos.blogspot.com/2010/06/divertite-sola-entonces-o-con-ese.html
http://grageasparatodos.blogspot.com/2010/03/divertite-sola-entonces.html
http://grageasparatodos.blogspot.com/2009/10/divertite-sola-entonces.html
http://grageasparatodos.blogspot.com/2009/09/divertite-sola-entonces.html
DELIKATESSEN!
cinty: es buenísimo lo del sun!! jaja. cuando se me ocurrió, me quedé riendo solo un buen rato. y gracias por lo del hdp! jaja. saludos!
detaquito: perdí el toque! posta! hacía tiempo que no escribía "divertite sola entonces" y los llevé para otro lado ahora. sin querer, pero tá... prometo re leer los que me pasás para volver a esa onda. gracias!!!!
clap clap
gracias gracias
Me encantó! Te esmeraste. Se nota que estabas inspirado. Un sote de post!
Mientras iba leyendo me iba imaginando la escena.
Fantástico G.
joey: muchas gracias! me hacés poner colorado...
dobleveo: en serio? qué bueno! era la idea! muchas gracias!
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