Divertite sola entonces

Hay días en los que uno sale a bailar con un único objetivo: levantarse una mina. Pero esta vez, extrañamente, no fue así. Bah. Al menos, no era la idea. Yo estaba tranqui, tirando unos pasos estrafalarios en la pista y apareció ella. No sé si el que manejaba las luces lo hizo a propósito, pero me dio la sensación de que todo era oscuridad y sólo estábamos ella y yo. Me mira, la miro, me mira. Le tiro un pasito jodiendo, ella lo repite y se ríe. Le sonrío, me sonríe. Una voz en mi interior decía “no lo hagas”, pero mis pies no le dieron mucha pelota. Allá voy, con una cerveza en la mano y mi labia como únicas armas. Alguien me pecha, la botella cae al piso y sólo me resta endulzarla con mis palabras. Descubro que no estábamos solos en la pista, pero no importa. La luz sigue apuntándola a ella. Cuando finalmente estoy junto a ella, “me gustás” fue lo único que me salió. “Jaja. Vos a mí no” fue lo que le salió a ella. “Pero me miraste y te reíste” le increpo. “Sólo me causó gracia que tenías la bragueta baja y bailabas como si nada. Así que no te confundas…” me responde. El encuentro terminaría con un “¡puta!”, para luego sí subirme el puto cierre y volver derrotado. ¿Para qué era que había salido?

2 comentarios :

Molly dijo...

¡¡¡Jajajjajajaa!!!
¡¡Una vez me pasó algo re parecido!! Pero sólo hasta el "pero me miraste y te reiste".
Ahora hace mucho que no salgo a bolichear...

· · · l u i g i · · · dijo...

la gente hace esas cosas... yo aprendí que hay que centrarse en quienes te miran con cara de culo.