Esto pasó hace un tiempo

Repasar álbumes de fotos es todo una aventura. Más allá de mi momento actual, es todo una aventura. A mí al menos me pasa que a lo sumo, hago esto una vez por año. Y bueno, hace un ratito lo hice. En mi vida he sido feliz. Al menos, me ponía feliz cuando escuchaba el trillado whisky. Recién nacido, bautizándome, el primer día en la escuela, con amigos, con María, con mi familia, con Gizmo, con mis cosas.

Las fotos tienen esa extraña magia de ayudar a recordar momentos, pero que lejos están del momento exacto cuando se apretó el disparador. Recordé millones de momentos, al punto que me dio la sensación que he vivido más de 24 años. Me reconocía, no me reconocía. Más flaco, más gordo, con más barba, con más pelo, rapadito, con extraños diseños de barba, disfrazado, con sombrero, con la misma ropa con diferencias de años. Años. Qué locura. Repasé mi vida en un centenar de fotos y en un par de minutos (u horas). Cuando uno cierra los ojos y piensa, pierde la noción del tiempo que pasa hasta que los vuelve a abrir. Mi vida ha sido feliz. No sólo porque las fotos así lo indiquen, sino porque me acordé que mi vida ha sido feliz. Me asombró verme entre tantos grupos de gente distintos. Me asombró tantas cosas positivas que saqué de los recuerdos de aquellos momentos. Pero eso me disparó un pensamiento no tan positivo.

Muchas fotos con amigos con los que decíamos ser inseparables. Mucha rabia por no tener contacto con ellos.

Muchas fotos con María que demostraban nuestras intenciones de amarnos eternamente. Mucha rabia por haberle fallado.

Muchas fotos de una familia unida. Mucha rabia por no poder ignorar que esa familia no está unida.

Muchas fotos de viajes con el coro departamental. Mucha rabia por no haber cumplido mi sueño de ser un cantante melódico al mejor estilo Ricardo Montaner. Jaja.

Muchas fotos donde aparecía Rosalía, mi amor durante toda la escuela. Mucha rabia por sentir que aún me encanta y nunca me dio bola.

Muchas fotos de cosas que amaba, y que me hicieron muy bien. Mucha rabia por saberlas perdidas, desechas u olvidadas.

Me he fallado constantemente. No es bueno faltar a la palabra. Pero lo he hecho en mi vida. Mi vida ha sido feliz, a pesar de que he fallado a los proyectos que tenía para la misma. No quiero tener proyectos, para no fallarme más. Pero sin embargo, quiero poder encontrarme dentro de años con fotos que me generen esto mismo. Quiero vivir. Quiero cerrar de una manera alentadora esta reflexión que me disparó ver los álbumes de fotos. No recuerdo cuál era esa reflexión. Tuve miles de puntas que no desarrollé mientras la plasmaba en el Word. Y sin embargo, en este punto repaso lo escrito, y me parece que es súper corto.

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