Cadena para demostrar que odiamos las cadenas

Creer o reventar (nuestra cara contra el pavimento).
Yo tenía un amigo que se compró una computadora. Cuando fue a buscarla, no se le ocurrió nada mejor que ir en bicicleta. Pusó la torre entre sus piernas, el teclado en una mano, el monitor en el canasto y el mouse, se lo comió el gato del dueño del comercio. Mi amigo iba tranquilo, paseando en su bicicleta con su computadora nueva. Esto es en serio. Hoy mi amigo no está conmigo.
(Se fue a vivir a Islandia)
Ahhh, la cadena...
Nada. Fue muy cómico. Se le salió la cadena de la bici y se hizo mierda al enredarse con el cable del teclado.
En fin
Reenviá este mail a todos tus amigos y compañeros, para así sumarnos en una infinita cadena que demuestre que odiamos las cadenas (si no me creen, pregúntenle a mi amigo). De paso, si le llega este mail a mi amigo en Islandia: José Enrique, te quiero y te extraño...

1 comentario :

Anónimo dijo...

Este me demostró q en vd estás algo mal de la cabeza, pero creo q por eso mismo te adoro, ja!