Algo nuevo sobre mí

Después de un par de años al menos, me volví a comprar una maquinita descartable y me afeité en la comodidad de mi hogar. Había agarrado la costumbre de ir a Amado, una típica peluquería de barrio (o de interior al menos), y hoy decidí cambiarla por una de estas peluquerías de corte "fashion/ondera/con perros durmiendo en puffs". En Amado iba y me cortaba el pelo, y cuando estaba medio náufrago, pedía que me afeitaran. Pero eso no se estila en estos lugares modernos.
Entonces debía afeitarme en casa. Pero en vez de usar la máquina cortapelos que tengo y con la que me recorto la barba, decidí ir un poco más allá. Bien contra la piel, para ser más exactos. Y tá. Nada. Volví a la góndola de artículos para hombres, y me perdí entre espumas de afeitar, lociones y ese tipo de elementos.
Me estresé un poco y elegí las marcas que recordaba haber usado alguna vez. Y fue una experiencia linda: calentar el agua, sentir el golpeteo de la maquinita contra la pileta para ir liberando los pelos atrapados, el ardor del after shave... Hermoso todo. ¡Y ahora tengo pila de cascaritas nuevas para arrancarme! Jeje. Porque claramente, me corté bastante. Ah... ¡También tengo tremenda cara y piel de bebé! Así que bueno... Dejo de escribir porque me voy a acariciar un ratito más.