Buscando un buzo, encontré un pantalón que hacía tiempo no veía. Por ende, hacía tiempo que no lo usaba. Lo revisé por arriba y en paralelo intenté recordar las razones que lo llevaron al fondo del cajón. Decidí ponérmelo, a modo de celebración del sorpresivo reencuentro. Los motivos del abandono no aparecieron. Pero tampoco se hicieron evidentes posibles manchas o roturas. ¿Lo habré dejado de usar simplemente por feo? Eso ya no importa. Ahora es mi pantalón preferido.
2 comentarios :
Lo dicho, la vida circular.
No somos nada! :P
tal cual! la vida está pa´ esa!
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