Divertite sola entonces

-¿Querés que te haga la cola?

Tá... Ponele que esa frase se puede entender mal... ¿¡¿¡¿Pero en un supermercado?!?!? Hay que ser muy mal pensada para ofenderse... En verdad, lo que mata es la falta de caballerosidad por estos tiempos. Yo sinceramente, cuando noté que ella venía rumbo a la caja y que se había olvidado de algo, le ofrecí hacerle la cola para que ella no perdiera el lugar que le iba a corresponder.
Si yo estaba de paseo por el súper... A mí no me jodía para nada hacerle el bien a alguien. Al contrario. Me gusta eso de la buena acción del día. Pero tá. A ella le molestó. Se ofendió salado. Y no sé por qué.
Capaz que malinterpretó mi guiñada y se dejó llevar por mi cara de libidinoso. Yo qué sé... Igualmente, hasta los gondoleros se dieron cuenta que era terrible puta.

2 comentarios :

Detaquito dijo...

No valia la pena, bien hecho!

:P

· · · l u i g i · · · dijo...

obvio!! igual, me hubiera gustado hacerle la cola.