Ni que las suecas estuvieran buenas...

Hay tipos que nacen agraciados. Otro, nace llamándose Luis Gioia. La vida es cruel. Entre que llegué tarde al reparto de caras y que no desarrollé ningún talento que me permita tener un éxito rutilante con las mujeres, me he visto obligado a convertirme en un laburante.
Para peor nací en Uruguay, a unos pocos y a la vez eternos kilómetros de Brasil. Según me han contado, ahí es un "viva la pepa" generalizado. Pero no. A mis padres se les ocurrió viajar a Brasil cuando yo estaba en la panza de mi vieja, pero no se quedaron.
Entonces para que me vaya bien con las mujeres debí remarla. Ser simpático no me resultaba fácil. Mierda… ¡Gracioso! Tampoco… ¿Tener toda la onda? Demasiado caro.
Imposible… ¿Solución? Con cada una de las mujeres con las que fui probando estas estrategias me fui dando cuenta de una cosa: probabilidades.
Nada de enamorarse de una mujer y pelear por ella. Enamorarse temporalmente de una, intentarlo, fallar y enamorarse temporalmente de otra. Con alguna iba a tener suerte. Hice Derecho, pero algo encaro con los números. Cuanto más intentara, más chances tendría. Tenía que salir más veces a la semana, y no simplemente los viernes y sábados.
Un día le comenté esta conclusión a un amigo, y él, muy liviano de cuerpo me responde: “¡claro! ¿recién te das cuenta? ¿yo te conté lo que le pasó a mi primo hace un par de lunes? ¡lo tiene todo grabado! haceme acordar que mañana te pase un link…”. Al otro día, mi amigo me refriega por el piso con esto:




Aunque no haya un sobreimpreso al final, para mí esto es una publicidad de Pilsen. Pero igual. ¡Estas minas estuvieron en Montevideo! Por más que estuvieran filmando un comercial… ¿Y yo qué estaba haciendo? Escribiendo boludeces en grageas… Definitivamente Dios no quiere que cumpla mis fantasías. Hay tipos que nacen agraciados. Otro, nace llamándose Luis Gioia.


P.D.: Yo ya estoy meado por los elefantes, pero los que quieran probar suerte, que entren a www.pilsen.com.uy y se anoten para ganar decenas, cientos, miles de Pilsen para enfiestarse con suecas, noruegas, gemelas y demás. ¡Hijos de puta! Los envidio tanto como los odio. ¡Sí! A todos esos linditos, o con suerte, o que escriben canciones que derriten, o que tienen bruta labia. Ojalá que si ganan, sirvan la cerveza con espuma y ellas se vayan ofendidas porque querían sin…

2 comentarios :

Vidiella dijo...

¿no tenés un dilema con esto? Yo si. Pero bueno, me gusta salir entre semana y me gusta la pilsen en latitas... ja

· · · l u i g i · · · dijo...

a mí la lata me da como asquito... pero la botellita es ideal!! y lo del dilema... mmmmm... creo que debería tenerlo, pero no me pasa. jaja.