Novelería

Dos veces en mi vida me senté frente a un lavarropas a observar cómo funcionaba: hace unos años cuando lo compré y recién, que lo puse a andar luego de la instalación de ayer. Grageo esto y vuelvo a mirarlo, porque en breve viene la parte del desagüe y quiero ver si todo bien. Igual, me tengo tanta fe que ni me fijé dónde quedó el lampazo.

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