Hablando con un amigo por teléfono, me relata en tiempo real que se quedó sin luz en la casa. Me pone al tanto de cómo está la cosa en el barrio y me comenta que aquello es una oscuridad seria. Busca velas sin éxito y lo escucho golpearse con distintos muebles. Él lo niega, pero me divierte pensar que me miente. Hablamos de lo dependientes que nos hicimos de la energía eléctrica, recordamos épocas en las que los apagones eran más frecuentes y divagamos con la posibilidad de que nunca más volviera a tener electricidad. Le sugerí que cortáramos y llamara a UTE para hacer el reclamo. Me comenta que seguramente ya algún otro afectado lo habría hecho. Nos detuvimos en que sería re loco que todos pensaran lo mismo, y que en verdad nadie haya llamado. Al borde de ponernos a hablar de probabilidades, volvió la luz. Al fin y al cabo, fue tan breve que pasó a ser el apagón más aburrido de la historia. Casi tanto como esta gragea.
2 comentarios :
a mí me gustó
el apagón? la gragea? como sea, me alegro!
Publicar un comentario