-¿No tenés ganas de meterte en mi cabeza así me evitás el problema de averiguar cómo decir lo que quiero decirte?
-¿De qué hablás, boludo?
-¡¡Que te amo!! Ups... Lo dije... Qué puta que sos... ¿Qué te costaba jugar a que te metías y adivinabas?
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