Charla conmigo

-¿Cómo andás, che?
-¡Bien de bien!
-No... Pero en serio... ¿Cómo estás?
-¡Bien! ¡Súper bien!
-Mmmm...
-¿Por qué la duda?
-Por nada... ¡Estoy jodiendo! ¡Sé que estás bien!
-Jaja. Qué boludo.
-Igual, es raro...
-¿Hay algo puntual de lo que quieras hablar?
-No, no. No sé... ¿Vos? ¿Querés contarme algo?
-Eh... No...
-Ah, bien. Ok.
-Ok.
-...
-...
-Qué raro este silencio...
-¿Te incomoda?
-Para nada. ¿A vos?
-En lo más mínimo.
-De fiesta entonces.
-Hay una cosa sí, pero no sé...
-¡Ja! ¡Yo sabía!
-Callate, bobo. Estoy dudando si afeitarme y cortarme el pelo, o volver a la barba y dejarme el pelo largo.
-¿Largo, largo?
-No sé. Creo que no. Pero me intriga cómo me puede quedar.
-Acordate que la abuela Chicha sufre cuando estás desprolijo...
-Sí, tá... Igual, más allá de eso... No sé...
-A ver. Vayamos a un espejo y evaluemos.
-Uy, no. Yo me quedo acá en el sillón, que estoy comodísimo. Andá vos si querés...
-Pah, no. Se me cayó un huevo. Olvidate.
-¡Vago!
-¡Mirá quién habla!
-¡Andá a cagar!
-¿Qué hacés?
-¿Qué hago de qué?
-¿Por qué agarraste la guitarra?
-Porque tengo ganas de tocar, capaz...
-Pero... Estamos hablando...
-Ya no.
-Ok. Talueguito.

2 comentarios :

Fernando dijo...

Gollum en su máximo nivel. Diga que no sos fanático de Tolkien. Sino, bué, quién sabe.

· · · l u i g i · · · dijo...

jajajaja! no soy fanático en lo más mínimo, pero sé de lo que hablás... por dios... releí la gragea ahora y me doy miedito... jeje.