Vecindad

Estaba sentado en la puerta de mi casa de Mercedes y veo que de la de enfrente sale una histórica vecina. Mantuvimos este diálogo:

-Hola. ¿Cómo andás? Tanto tiempo...
-Ay... ¡Hola! No te reconocía... Estás tan...
-Barbudo. Je.
-Sí, sí. ¿Cómo va? ¿Anoche también estabas sentado acá? Porque me pareció ver a alguien, pero viste que están pasando tantas cosas raras...
-Anoche sí. Te vi llegar, pero me dio la impresión de que no me reconociste y no te quise asustar. Igual quedate tranquila que soy yo, así que no hay que llamar a la policía.
-Jaja.
-Jaja. Je.

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