Durante más de diez años dormí en el mismo cuarto, bajo una misma luz. Bueno... Capaz las lamparitas fueron cambiando, pero hablo del soporte que colgaba del techo. Me vino a la mente la palabra "plafón", pero no estoy seguro de que sea eso exactamente y me embola averiguarlo a esta hora. Hablo de algo tipo un plato boca abajo, que va en la parte de arriba de la lamparita y ayuda a rebotar la luz. ¿Bien? Bueno... Eso... De chico le pegué unos pegotines re copados con formas de planetas, luna y estrellitas, que brillaban en la oscuridad. Casi veinte años después, seguían haciéndolo. Hoy vuelvo a dormir ocasionalmente en este cuarto, pero el posiblemente llamado "plafón" ya no está. Se cayó y rompió, según me dijo mi madre. No quiso darme más detalles. No quise pedirlos tampoco. Hoy los pegotines ya no están. No hay luces en el cuarto y yo acostado boca arriba no veo que nada brille ya. Y una voz me dice internamente que murió mi niñez y bla bla bla. Y yo le respondo que no joda. Que no me moleste, que justo ahora tengo los ojos cerrados y estoy recordando cada pegotín.
Ups
Una vez un mozo me confesó que uno de los secretos para cargar muchas cosas de forma equilibrada era no ir mirando la bandeja. ¡Y vaya que tenía razón! Si vas mirando lo que llevás, te enterás en tiempo real de todo lo que vas desparramando. Por ejemplo, recién me di cuenta de que hace un rato hice cualquiera. ¡Pero en el momento parecía que iba todo bien!
Verdad incómoda
En el bondi suena la canción de Arjona que dice "ella es de La Habana, él de Nueva York". No solo la reconozco, sino que también sigo el ritmo con los dedos golpeando sobre mi rodilla. Y aparte la canto. Pero en silencio, eso sí.
Guerra fría
Un saludito para todos los que me conocen
Cruzando Rivera a la altura de Osorio escuché un doble bocinazo cortito que provenía de un auto. Amistoso. Intenté descubrir al autor y confirmar su intención, pero el reflejo del parabrisas casi que me lo imposibilitó. Distinguí apenas una mano levantada y una sonrisa. Masculinas ambas. Y percibí muy buena onda, así que automáticamente devolví el saludo. Copado, de hecho. Pero sin tener la más puta idea de a quién. Porque el destino así lo quiso. O el conductor del 60, ya que cuando terminé de cruzar giré para intentar de nuevo identificarlo, pero el bondi se había interpuesto entre nosotros. Así que bueno... ¡Fue un gusto (no) verte, che!
Fechas importantes (porque nunca se sabe... capaz en el futuro tengo un biógrafo...)
16 de noviembre de 2014 - Usé una motosierra por primera vez en mi vida. Saldo: ningún lastimado y un copado.