Divertite sola entonces

-¿Qué me mirás? ¿Te debo algo?
-Sí. Precisamente. Me debés amar toda la vida. Desde ahora mismo y hasta la eternidad.
-¿¡¿Qué?!? Ah, bueno... Estás pasado... ¿Qué te pensás? ¿Que soy tu esclava? ¡Dejame en paz ahora mismo o llamo a la policía, enfermo!
-Pero andá... Bien que si te hubiera hablado de guita agarrabas viaje, puta.