En su momento acepté y agregué a un montón de viejos conocidos en facebook para saber qué era de sus vidas. ¿Se habrá casado con la rubia aquella al final? / ¿Dejó todo y puso un bar en la playa? / Mirá qué bien que está... / Etc. Recién hace un tiempo, gracias a las notificaciones constantes que se empecinaron con aquella vieja idea, me vine a enterar de sus realidades actuales: están jugando al Candy Crush.
2 comentarios :
La vida misma! El mundo es un pañuelo y nos encuentra a todos pidiendo vidas por face por unos putos caramelos que nos quitan el sueño!
tal cual! salvo por lo de "putos caramelos"... más respeto, che! jaja!
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