Este chiste por escrito no tiene gracia

-Che... ¿Me pasás el .ppt ése que tenía las fotos de las flores?
-¿Cuál?
-Ése que también tenía las frases de Coelho.
-Ah... Ya sé cuál... ¿Te lo paso entero?
-Pah... ¿En tero? ¿No demorará mucho en llegar? ¿Será seguro además? No sé... Si vos confías, dale.

Venía un barco cargado de...

¡¡Chistes con "colocarlos"!! Grageadores invitados: Isma y Ángel - Ángel e Isma
 
-Resulta que en la tribuna del Arnaldo Siles de La Paz la hinchada pedía "vamos a colocarlos" (en referencia a los goles). Ahí el técnico de Bolivia pone a un juvenil, que se llama Carlos y es pelirrojo. Entronces le decían el Colo Carlos. Y tá. JAJAJA. La hinchada se molesta porque claro, fijate que pedían que hagan goles y el pelotudo del técnico entiende que piden a un juvenil. Y ahí entra Carlos (el Colo), que en realidad es lateral por derecha con poca proyección y sin gol.
 
-Viene un uruguayo y le dice al carpintero: "y si se puede colocarlos...". Entonces el carpintero, que es peruano, le dice: ¡Sí-se-puede! ¡Colo-Carlos!

Si algo me enseñó la vida...

... es que si te vas a poner a toquetear la plantilla de tu blog, acordate de dónde guardaste la copia de respaldo.

Charla conmigo

-Yo qué sé...
-Te juro. Vos no entendés nada.
-A mí no me parece...
-¡No jodas!
-En serio te digo. No me parece...
-¿¡¿Cómo que no?!?
-Y no. Además, sos un exagerado vos.
-¿Exagerado? ¿En qué exagero? ¡No exagero en nada!
-¿El uno...? Tengo muchos antes...
-A ver... ¡Decime uno! ¡Uno solamente!
-No sé... Ahora no se me ocurre...
-¿Ves? ¡Es porque no hay! Es como yo te digo... ¡Ova Sabatini es el uno!

Las medias de Luigi

Repito: soy boludo, no sucio. Demoro en subir las fotos, pero me cambio las medias todos los días. Gracias por el espacio. Un saludito a todos los que me conocen.


Divertite sola entonces

Me hice una fan page en facebook. Le mandé una invitación a ella. Mi fan page sigue diciendo que a 0 personas le gusta esto. Puta.

Este chiste por escrito no tiene gracia

-Yo no sé si vos ya te diste cuenta, pero yo, en esto de la computación, tengo todo bajo control.
-Mirá qué loco. Yo al Control lo tengo bajo el Shift por ejemplo.

La canción de mierda que se me pegó hoy

Catalina dijo que me amaba y para mí fue suficiente.

El perseguido



"Mirá qué divertido", pensé en un primer momento. Luego, llegó otro momento en el que pasé a pensar "¡Pará! ¿Ya me denunciaron? ¿¡¿Por qué me siguen a mí, la puta madre?!?".

Grageador invitado: Mateo

-Bo. Yo me voy yendo. Nos baseball.
-Uh... ¿Ya te basketball?

Este chiste por escrito no tiene gracia

-El otro día tenía ganas de hacerme una pascualina. Con dos huevos, como Dios manda. Una señora pascualina.
-Buenísimo. ¿Y qué pasó?
-La cosa es que se me cayó un huevo...
-¿Qué comiste entonces?
-¡Una pascualina con un solo huevo!

Espacio publicitario contratado por el propio Sr. Grageas para publicitar lo que hace

Cuidado con Víctor, el literal

-Che... ¡A ver si nos juntamos más seguido!
-Sí. Obvio. Mandale saludos a tu novia.
-Serán dados, serán dados.
-No, boludo. Mandale saludos, no dados. ¿Para qué carajo quiere dados? ¿Le gusta jugar a la generala acaso?

Divertite sola entonces

El frío invernal tiene esas cosas locas: la mayor parte del tiempo estás deseando llegar a tu casa y quedarte calentito adentro. Pero a veces, como hoy, te despierta unas ganas locas de salir a pellizcar un poquito de calor solar.
Cuando te pasa eso, hay que tener bastante voluntad para bañarse, vestirse y salir. Porque las ganas de salir están, pero también está el sillón llamándolo a uno con propuestas difíciles de rechazar. Lo que tiene el iPod en mi caso es que acalla esas voces y es casi como una señal inexorable de que voy a salir. Cierro la puerta de casa, hago el chequeo de costumbre de billetera, celular, puchos, encendedor y llaves, y salgo a la calle. Casi empujado por la propia pendiente de mi cuadra, agarro para la rambla.
"¿Será muy de perdedor ir a la rambla con unos bizcochos para uno mismo?", me pregunté. "Me chupa un huevo", me respondí. Entonces hice una breve parada en la panadería y seguí rumbo a la rambla.
Mientras esperaba que dejaran de pasar autos para poder cruzar, me pareció verla. Estaba a unos 100 metros, pero podía distinguir que era ella. Una ella nueva en mi vida, pero la ella más linda de todas. Ok... A esa hora el sol y el paisaje ayudaban a esa hermosa fotografía que nunca borraré de mi mente. Pero ella era ella. Divina. La mujer para pasar el invierno, la primavera, el verano, el otoño y cualquier nueva estación que quieran inventar.
"¡¡Autos, dejen de pasar, la puta madre!!", pensé en voz alta. En verdad, no fue en voz alta porque no hablé. Pero en mi cabeza casi que lo grité. Y mágicamente, como para seguir sumando a lo cinematográfico de la situación, los autos se detuvieron. Ok... Justo un nenito se tiró a la calle atrás de una pelota de fútbol y todos los autos frenaron de golpe para no atropellarlo... Pero eso se puede editar y que figure como que se quedaron inmóviles frente a mi pedido.
Innecesariamente, traté de arreglarme los pelos, me fijé que tuviera el cierre del pantalón subido, chequeé no tener lagañas y crucé en dirección a ella. No tenía flores ni un poema preparado. Simplemente era yo, con mis ganas de casarme con ella y una triste bolsa de bizcochos. Me saqué los auriculares para poder escuchar su dulce voz diciendo "sí, quiero" y di los últimos pasos que me mantenían injustamente lejos de ella.
Y ahí jugué mi carta matadora: "Hola. ¿Cómo estás? ¿No querés unos chobizcos?". Ella, desconcertada, respondió: "¿Cómo?". Yo pensé que capaz no había entendido lo de chobizcos, entonces fui más específico: "Te ofrecía unos bizcochos... ¿No querés unos con jamón? ¿O unos cuernitos?".
Su voz efectivamente era lo más dulce que había escuchado en mi vida, pero no sus palabras: "¿Qué te pasa, pelotudo? ¿Quién sos? Dejame en paz. ¡Salí de acá o llamo a la policía!". Rápido, me di cuenta de todo y le contesté: "Ya sé... No me digas nada. Tenés novio. Mirá que no nos vamos a comer todos los bizcochos... A él le podemos dejar unos cuernitos". Al decir esto último, le hice una guiñada, como para que el mensaje se entendiera.
Al pedo, porque ello lo entendió tan bien que empezó a gritar como loca: "¡Policía, policía! ¿¡¿Hay algún policía por acá?!? ¡Este degenerado se quiere propasar conmigo!". Sorprendido por el fracaso de mi plan, largué la bolsa de bizcochos a la mierda, me puse la capucha de la campera y salí corriendo antes de que alguien me viera. No fuera a ser cosa de que algún testigo me pudiera dibujar en uno de esos identikit y cayera preso por enamorarme de la mujer más linda del mundo.
Detenido una vez más frente al incesante desfile de autos y habiendo transcurrido el tiempo necesario para recapacitar sobre los hechos, miré para atrás y le grité con todas mis fuerzas: "¡Puta! ¡Denunciame esta, la concha de tu prima! ¿¡¿Sabés qué?!? ¡Te voy a denunciar yo a vos porque te quedaste con mis bizcochos! ¡Puta!".
Extenuado, al llegar a casa me saqué los auriculares y me tiré el sillón, no sin antes decirle: "Ya sé... No me hables..."

Ahora también en este rinconcito del mundo: Feliz cumpleaños, Trutru

¡Chau!

¡¡Chau, grageas!! Me voy a regodear en mi miseria sin vos.

¡Hola a vos también!

¡¡Hola, Jack Daniel´s!! Pensé que ya no contaba con tu presencia por aquí.

¡Cagué!

El shuffle del iTunes no entendió mis ganas de disfrutar estando mal y me tiró Miranda! No cantes, no cantes, no cantes...

¡Hola!

¡¡Hola, guitarra!! Hacía tiempo que no te tocaba, loquita.

Por si fuera poco...

Por las dudas de que estar mal no alcanzara, me entró a doler un testículo por tener las piernas estiradas, cruzadas y apoyadas sobre la mesa ratona, con la compu arriba. No del testículo, claro está. Pero tá. Se ve que apreté demasiado las piernas por el frío reinante en la habitación. Pero bien igual. Seguimos informando.

¿Qué me pasa?

Seguramente sea algo puntual y que mañana cuando me despierte se me haya pasado. Pero a la vez, es raro. Me siento mal, pero lo estoy disfrutando. O sea... No sé si quiero ir a acostarme para mañana despertar sonriendo. Creo que hoy quiero que sea una de esas madrugadas en las que me pasaba despierto sin necesariamente hacer nada. Bah... Nada... ¡Chateando con Trutru! Capaz que simplemente la extraño y por eso estoy así. Posiblemente sea eso. Pero tá. Aquella vuelve prontito. El punto es que estoy mal, pero encuentro placer en estar así. Y tengo ganas de sacarlo para afuera en mi blog. Porque para eso es grageas. Últimamente le he dado un tinte más "humorístico", pero no nació como tal.
Ya que hablé de Trutru, aprovecho para contar cómo y por qué nació grageas. Por ella. Sí. Este blog lo hice para ella. La mujer de mi vida, la más fiel y anónima de las lectoras. Y no necesariamente de grageas, sino que de su autor. Alguien que me conoce más que yo a mí mismo. Y eso es algo que me pone incómodo, pero que ya aprendí a asumir. Porque por ejemplo, ella sabría perfectamente porque estoy así ahora. Pero yo no quiero averiguarlo. Insisto: quiero disfrutarlo. Así que voy a dejar de hablar de ella, porque inevitablemente, me pongo bien al hacerlo. ¡Y yo quiero estar mal! Jeje. No lo busqué, pero ya que me llegó, no lo voy a dejar ir. Porque si bien la constante en mi vida es estar bien, a veces me gusta desviarme del camino. Y acá estoy ahora. Copado. Mal, pero copado. Lo voy a disfrutar. Vuelvo en la madrugada. Si alguien quiere, está invitado. Si no ni me importa, porque en verdad, es mentira que grageas sea para todos. Hasta luego.

Algo viejo sobre mí

Pido muy pocas veces perdón. Lo sé. Pero ahora me bajoneé y caí en la cuenta que pido muy pero muy pocas veces perdón. Mi postura frente al perdón es que lo pido con mis actos más que pronunciando la palabra. Pero no siempre se nota. A veces siento que la corro de atrás. Capaz que sería más fácil decir la palabra y dejarme de joder. Pero tá. No me está pasando. Tal vez cambie. Desde ya, perdón a todos los que se vean afectados si no lo consigo.

Cosas que nunca me pasaron y que hay pocas chances de que me pasen

Tener un día tan de mierda como el de hoy.

Algo nuevo sobre mí

Capaz es algo extremadamente banal, pero es increíble lo feliz que me hace manejar esta laptop desde la que estoy grageando con mi ratón inalámbrico recién comprado.

Este chiste por escrito no tiene gracia

-¡Qué frío que ha hecho, la puta madre!
-Pah... Salado.
-¿Vos te ponés dos medias para bancarlo?
-Obvio. Una en cada pie.

Charla conmigo

-Che... Vos que sabés pila de pila de cosas... ¿Por qué se dice eso de "duro como rulo de estatua"?
-Y bueno... Un rulo de estatua se supone que es algo duro.
-Ya sé, bobito. ¿Pero por qué no dicen "duro como dedo de estatua", por ejemplo? ¿O "duro como nariz de estatua"?
-Pah... No sé... Está bien la pregunta. Claro... Se supone que todas las partes de una estatua son duras. Bueno... No todas en verdad.
-¿Cómo?
-Mirá el David. ¿Sacás cuál te digo?
-Obvio.
-Bueno... Fijate el pito del David... Obviamente, no está duro.
-Jaja. Tenés razón. Igual, pará. ¡Le miraste el pito al David!
-Madurá.