Le pasa a un amigo
No distingue cuál de los Beatles canta en cada canción. Lo mismo le pasa con los hermanos Gallagher. Pero con los Pimpinela no.
Nesquik
Anoche fui a una Cacao Party organizada por la gente de los alimentos Prana. Recién quise pavonearme levemente con mis compañeros de laburo, pero en vez de decir Cacao Party dije Cocoa Party. Pasé del "De más" al "De menos" de Galería en menos de un segundo.
Qué fuerte
Hoy, apenas cinco minutos después de haberme despertado, me acordé de El Fuerte Punto Baz. Agarré el celular enseguida. Para buscar y escuchar alguna canción, pero también para fijarme si seguíamos en 2017.
Pilato
Siempre que me ducho en casa ajena, se me cae el jabón de tal forma y con tanta fuerza que deja una marca que evidencia el accidente. Siempre. Y sólo me pasa en baños de otros. Pero en serio... Zarpada caída. Lo hago mierda. Poco menos que parece que agarré un cuchillo y le saqué un cacho. ¿Debería reponerlo?
Romeos 2
En la última gragea conté sobre un camioncito que vaciaba un contenedor de basura. Recién, por pura casualidad, volví a ser testigo de la misma acción en el mismo lugar. La diferencia esta vez fue que un vecino salió a depositar la basura justo en ese momento y se quedó como yo maravillado con lo que estaba sucediendo. Nos miramos y sin mediar palabra alguna nos dijimos "qué lo parió". O "qué increíble".
Romeos
Recién me colgué a mirar cómo un camioncito levantaba y vaciaba un contenedor de basura. Podría decir que el cuelgue duró horas pero faltaría a la verdad, ya que en pocos minutos se realiza la tarea. Pero efectivamente sentí que fueron horas. Y en ese tiempo, volví a mi niñez y fue hermoso. Miré toda la acción con ojos de niño. Curioso. Asombrado. Gozado. Incrédulo. Cuando deposité mi mirada en el operario (que era poco menos que un superhéroe) me decepcioné enormemente. Él no era consciente de la magia de la que era parte. O al menos, no la estaba disfrutando. Nuestras miradas se cruzaron. Y tal vez nuestros pensamientos también. Ojalá. Yo me quedé pensando en cómo la rutina banaliza lo extraordinario. Y él, tal vez, en que está zarpado lo que hace con su camioncito.
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