Recién fui a un Multi Ahorro y/o Ta-Ta que me quedaba de camino y cuando estaba en la caja pasó algo innecesario. Mientras la cajera luchaba para reconocer uno de los códigos, escuché que la pareja que estaba atrás mío charlaba acerca de una promoción de unos tazones que estaban exhibidos a medio metro. Era algo así como que cada trescientos pesos de compra, más cincuenta, te llevabas un par. Cuchicheaban, pero en mi aburrimiento descubrí que hacían cuentas. ¡Y ahí sucedió!
De la nada, me sumé a su conversación y les dije: "Perdón que me meta, pero los escuché y tá... ¿No llegan? Si quieren, yo se los compro. Digo... Los compro yo, pero ustedes me los pagan después. Ahora. Al toque. O sea... Como no llegan... Yo estoy por arriba de los trescientos con esto... O pará... ¿No llegan a los trescientos con lo que compran o...? Tá. Nada. Perdón. Cualquiera lo mío... Olvídense. Perdón. Mal yo...".
Pero no solo eso. ¡No, no! Me fui poniendo tan nervioso por mi monólogo bizarro, desubicado y entrometido, que en el medio del mismo agarré unos tazones para mirarlos. ¡No sé por qué! Y para peor, cuando la cajera me preguntó si los llevaba, le dije que sí. ¡Que sí! ¡Le contesté que sí! ¿¡¿¡¿Por qué mierda le dije que sí?!?!? Bueno... Nada... ¡Tengo tazones nuevos! ¡Viva, viva!
2 comentarios :
sos mi dios jajajaaj
jajaja! gracias! o perdón...
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