Compré un celular nuevo para una persona y pensé en sorprenderla entregándoselo cargado. Dado que se trata de alguien novelero, podrá disfrutar el gesto y empezar a usarlo inmediatamente. Pero a la vez, llevárselo en la cajita cerrada y que goce el ritual de la apertura es algo que está buenísimo, por más que tenga que ponerlo a cargar. ¿Qué hago? ¡Tremenda encrucijada! Capaz lo mejor es que me lo quede y le diga que no se lo pude comprar, así me evito todo esto de tener que decidir... ¡Puta madre! ¿¡¿Por qué carajo se me habrá ocurrido lo de cargárselo?!?
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