Divertite sola entonces (grageador invitado: Detaquito)


Ella, la mujer más linda del mundo, estaba en la barra, tomando lo que desde lejos parecía un mojito. Con la valentía del beodo, emprendí marcha rumbo a la barra maquinando qué discurso usaría para conquistar su corazón.
"Tu belleza me ha excitado", le dije. "¡¡¡¡Salí de acá, guarango pervertido y alzado!!!!", me respondió. "¡¡Andá a lavarte el ojete, puta!!" repliqué y pedí otro ron.
Jamás le confesé que en verdad quise decir extasiado.

1 comentario :

f dijo...

que plobrema la luenga!

a quien no le ha pasado?
(hic!)