En Punta del Este, un malabarista que hacía lo suyo con fuego en un semáforo me dio a entender que yo era un sapo de otro pozo. Repito: un malabarista me hizo saber que yo no correspondía a tan prestigioso balneario. ¿Cómo sucedió esto? Fácil. Al ver el auto que yo manejaba y mi pinta, en vez de pedirme una colaboración económica, me dijo "¿qué dice, valor?".
4 comentarios :
juaaa!!! Clasista el malabarista
Lástima que no tengo rapidez de respuesta ante esas cosas, porque ahora que lo pienso, deberías responderle a su "qué dice valor?":
"acá, no sabés, estaba encarando un cuadro que me encargó mi amigo el Jeque Abdul-al-petra, y me di cuenta que me olvidé de las llaves de la Bugatti en el velero, así que le pedí el auto al jardinero de mi casa en Beverly Hills, y estoy yendo a buscarlas porque todo el mundo sabe que yo sin el run run de mi Bugatti no puedo pintar cuadros de U$S 650.000. M'entendés, ¿no?
Y vos, tigre?"
Auch !
Un mostro el malabarista. Larga vida para él.
franco: pah!! tremenda respuesta!! igual, no me gusta mentir... le cambiaba lo de beverly hills por san marino y listo.
reina: racatapatapam!
angel: mostro mostro! la puta que lo parió... jaja.
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